Porompompón

Lo siento en el alma, pero no he podido resistirme. Qué joyaza.

Cada vez empiezan antes…

Qué arte tiene el zagal.

La gota fría

Fría, fría, lo que se dice fría, no es. Y tampoco es gota. Más bien es un coñazo. Los que vivimos en la zona mediterránea de este país lo sabemos bien.

Todo empieza una tarde cualquiera de otoño. Estás terminando de comer y en el telediario de rigor empiezan a poner las mismas imágenes que vemos todos los años cuando se avecina lo que han dado en llamar «gota fría». Alarmas naranjas, rojas, fucsias, y de colores que jamás habías visto antes proliferan en distintas regiones del país. Los mismos vídeos de inundaciones en pueblos valencianos se suceden en el televisor mientras mentalmente intentas recordar si ése vídeo en concreto ya lo habías visto.

Tengo la firme certeza de que son los mismos vídeos todos los años. Las mismas palmeras rotas, los mismos coches llenos de agua, el mísmo personaje que se pasea en una de esas lanchas que regalan con los botes de crema solar de Nivea. Siempre es igual, año tras año.

La realidad es que, para la mayoría, la «gota fría» no es más que 4 días seguidos de un viento insoportable y lluvia de esa que jode cuando sales de casa, que te golpea en la cara y hace que no veas por dónde andas y acabes metido en medio de un charco. Si encima tienes la mala suerte de vivir en una ciudad donde la gente debe creer que mojarse bajo la lluvia es pecado mortal, como Murcia, tienes que soportar los continuos atascos, porque es así, cuando llueve, parece que regalen la gasolina, todo el mundo en coche aunque sea para ir a comprar el pan al mercadona, no sea que te caigan 4 gotas en el hombro y vayas derechico al infierno.

Comprendo que siempre hay 3 pueblos inundados por temporada de gota y que debe ser triste para sus habitantes, pero uno tiene la sensación, y más si vive en una ciudad, y no un pueblo, de que nunca le va a tocar a él y que todo lo que puede pasar es que estés de mala uva durante una semana hasta que vuelve el bendito sol que acostumbramos a infravalorar por estas tierras.